Si me quiero mandar la parte, digo escritora. Pero en general digo periodista, que es lo que estudié. Porque siento que "escritora" es algo muy grande.
2. ¿Cómo llegaste a los libros para chicos y jóvenes y por qué te quedaste?
Llegué como se llega a todo en la vida: por el camino más complicado. Escribía desde hace tiempo pero nunca se me había pasado por la cabeza escribir para chicos. Hasta que una prima enfermó y comencé a escribirle cuentos para que se entretuviera cuando no podía ir a la escuela. A ella le gustaban mucho, me pedía más, y allí me quedé. Había encontrado mi voz.
3. ¿Cuál es tu primer recuerdo de un libro?
Todavía dormía en cuna (pero ojo, dormí bastante en cuna porque en la habitación que compartía con mis hermanas no entraba otra cama) y teníamos una colección de clásicos con dibujos tridimensionales en la tapa. De ésos, recuerdo más que nada al de los Tres Chanchitos. En cuanto a los libros que leí por mi cuenta de chica, dos que me tocaron hondo: Cocorí y los cuentos de la mitología griega de Editorial Sigmar.
4. ¿Qué estás leyendo ahora?
Nadie acabará con los libros, es una larga entrevista a Umberto Eco y Jean-Claude Carrière. Allí hablan de libros, incunables, coleccionistas.
5. ¿Cómo y dónde trabajás un proyecto?
Trabajo principalmente en donde estoy ahora: sentada frente a mi escritorio, en mi departamento. Detrás tengo mi biblioteca (de la cual estoy muy orgullosa). A mi lado van y vienen hijos y perra. No tengo ni silencio ni privacidad, y no los necesito. Pero lo que se dice trabajar-trabajar, no tengo lugar ni horario. Una vez que me sumerjo en un proyecto, mi cabeza queda prendada de él y todo el tiempo lo estoy pensando. Llevo lapiceras y libretas en mi cartera para tomar notas y, si puedo, ando por ahí con una computadora portátil y varios pendrives en donde guardo los archivos.
6. ¿Qué detestás de los libros para chicos y por qué?
¡La moraleja! Los libros pensados para "inculcar valores" o enseñar grandes lecciones de vida como: hay que ser bueno y honrado; los niños curiosos se meten en problemas (¡menos mal!); etc, etc. Eso no es literatura. Hay que salir a gritarlo desde las ventanas: ¡eso no es literatura! Y los diminutivos, no hay nada más horripilante que leer "pollito", "leoncito", "mamita". ¡Puaj!
7. ¿Cuál es tu lugar y momento favorito para leer?
En la cama, antes de dormir. Y según las estaciones: en otoño y primavera, en una reposera al sol. En invierno, al lado de la estufa, con una frazada sobre las piernas. En verano: bajo la sombra de algún árbol.
8. ¿Tenés algún sueño recurrente para compartir?
Sueño que vuelo y siempre me hace recordar al poema de Tallón: "El niño dormido está,/¡y qué sueño está soñando!/¿Qué sueña? Sueña que vuela/¡Qué bien se vuela soñando!
9. ¿Qué superpoder te gustaría tener y cómo lo usarías?
¡Volar! Doy tres pasos, saltito con rebote y... vuelo. Volaría por puro placer pero también para llegar más rapido, que no me duelan los pies, atravesar avalanchas humanas. Lo usaría con total egoísmo: volaría sólo para mí.
10. ¿Algún/algunos libro/s de tu biblioteca ideal para recomendar?
Para chicos: El libro salvaje, de Villoro; Las brujas de Roald Dahl; Cuentos crueles de Saki; ¿Quién le tiene miedo a Demetrio Latov? de Ángeles Durini y La noche del meteorito de Franco Vaccarini.
Para adultos: La rata cochero de David Henry Wilson; Mr. Vértigo de Paul Auster; Nunca me abandones de Ishiguro; Cómo ser buenos de Nick Hornby; Amores en fuga de Bernard Schlink.
11. Una preocupación actual.
¿¿¿Sólo una??? Dejando de lado la actualidad y centrándome en lo literario, los precios de los libros, que no me permiten leer todo lo que quisiera, ni a mí ni a nadie. Los libros no son tan democráticos como deberían si son pocos los que tienen acceso a ellos.
12. Un logro del que estés orgullosa.
Crecí y no se me acabó la curiosidad, ni el deseo de saberlo todo, de jugar, de probar lo nuevo, de arriesgarme. De eso me siento orgullosa.
13. ¿Cuál era tu libro favorito cuando eras chica?
Nunca leí tanto y con tanto placer como cuando era chica. Así que elegir un solo libro es como pedirme que elija un hijo. A todos se los quiere igual y, a la vez, de distinta manera. Imposibles de olvidar: la serie de “Anne, la de los tejados verdes”, de L.M.Montgomery; Violeta de W.Cook; todos los de Louisa May Alcott; El libro de los chicos enamorados de Elsa Bornamann.
14. Una recomendación para quien se quiere dedicar a lo mismo que vos.
¡Leer! Leerlo todo. Libros, revistas, diarios, folletos, cartas íntimas de los vecinos. Escribir y borrar, tachar, corregir, tirar y empezar de nuevo. No hay recetas mágicas.
15. Algo que te dé alegría inmediata.
Reírme.
Más información en su sitio web y su blog.
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